Si llevas tiempo diciendo “tenemos que ir a Budapest”, esta es la señal para hacerlo sin excusas. Dos días, una noche y un viaje que no se va a quedar en el chat.
Día 1. Llegas a Budapest y te sumerges en la ciudad entre cafeterías históricas, calles imperiales y vistas al Danubio. Lo bueno empieza por la noche: crucero nocturno con champán ilimitado.
Día 2. La resaca se cura en las termas Széchenyi (opcional) o con una comida en el Mercado Central.
Plan fácil: lo ves, lo compartes con tu grupo y en cinco minutos estáis reservando. ¿Os atrevéis o lo dejáis para “el año que viene”?
Información del viaje
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Barco
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3* o superior
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Budapest
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Todo el año
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Escapada
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18
Descripción del viaje
Si llevas tiempo diciendo “tenemos que ir a Budapest”, esta es la señal para hacerlo sin excusas. Dos días, una noche y un viaje que no se va a quedar en el chat.
Aterrizas en Budapest por la mañana y te instalas en pleno centro, rodeado de edificios imperiales, tranvías y cafeterías con historia. El primer día es para descubrir la ciudad a tu ritmo: puedes pasear por la Avenida Andrássy, visitar el Parlamento o simplemente sentarte a probar un goulash con vistas al Danubio. Pero lo bueno llega por la noche: te subes a un crucero nocturno con champán ilimitado, navegando entre los monumentos iluminados de Budapest mientras brindas sin preocuparte por la cuenta.
El segundo día es para despedir la ciudad, aunque primero hay que curar la resaca al estilo húngaro. Si dispones de tiempo, te recomendamos hacerlo con un buen desayuno y un baño en las termas Széchenyi, donde te relajas en sus aguas termales o pruebas una sauna para revivir. Sino con una comida en el Mercado Central antes de poner rumbo al aeropuerto. Sin excusas, sin dramas, sin vuelta atrás.
Plan fácil: lo ves, lo compartes con tu grupo y en cinco minutos estáis reservando. ¿Os atrevéis o lo dejáis para “el año que viene”?
Destacados del viaje
- Crucero nocturno
- Champán ilimitado
- Fiesta en barco crucero
- Alojamiento con desayuno
- Focaccia con dips